Como sabemos, la melatonina es una molécula esencial para la vida tal como la concebimos. En este sentido, de forma natural, la melatonina tiene importantes funciones dentro de los procesos vitales de los mamíferos.
Dentro de las funciones que la melatonina desempeña, encontramos algunas tan importantes como el correcto funcionamiento de los ritmos circadianos, la regulación de los ciclos de sueño y vigilia, el control energético y de la glucemia y un marcado efecto reductor del estrés oxidativo.
De esta forma, un organismo en gran medida descansa por la noche gracias a que la oscuridad genera producción de melatonina y la luz solar la aclara, consiguiendo que tengamos unas marcadas horas de descanso y reparación y unas horas de actividad marcadas por la exposición al sol.
Por tanto, la melatonina es un fuerte aliado en la lucha contra el insomnio y los problemas derivados de una mala calidad y cantidad del sueño de forma que, la suplementación con melatonina ayudará a unos niveles mayores de la misma consiguiendo un sueño profundo y sostenido.
Esta melatonina es especial, ya que, lo que normalmente encontramos cuando compramos melatonina, es melatonina de liberación rápida, la cual deja de tener efecto unas horas después de quedarnos dormidos y, por tanto, al producir un pico tan rápido y no tener una liberación correcta, no optimiza nuestro descanso durante la noche. En cambio, esta melatonina es de liberación prolongada, haciendo que su efecto dure las 8 horas que estamos en la cama durmiendo. De esta forma, el sueño que tendremos a lo largo de la noche, será más profundo y reparador.