Control de Peso

Los períodos de vacaciones, las bodas, los cumpleaños... dan lugar a una sucesión de ricas comidas. A menudo altas en grasas y azúcares, estas crean una acumulación de toxinas en el organismo que provoca diversas dolencias, como fatiga generalizada o dolor intestinal... Y en general, el aumento de peso se puede sentir.
¡Toca que trabajes para conseguir tu peso ideal y así afrontar tus futuros retos!

Nada como una dieta de desintoxicación para volver a poner el cuerpo en el buen camino. Esta dieta no tiene como objetivo perder peso, sino depurar el organismo. El principio se basa en la eliminación de los desechos y las toxinas acumuladas favoreciendo los alimentos altamente digeribles con propiedades drenantes.
Durante esta dieta, su alimentación es ligeramente hipocalórica y evita los alimentos que generan residuos como: carnes grasas y embutidos, quesos, platos grasos y picantes, bollería y pastelería, bebidas excitantes y alcohol.
Es importante elegir menús que incluyan:- verduras, cocidas o en sopas, son fáciles de digerir y bajas en calorías. La alcachofa, el apio, los berros y el hinojo son especialmente drenantes.
- Las frutas son fáciles de digerir y tienen la particularidad de ayudar a combatir la fatiga gracias a su riqueza en vitamina C
- El agua ayuda a drenar el cuerpo.
- Tés desintoxicantes: algunos se basan en plantas con propiedades drenantes como el té verde, la grosella negra y la ulmaria...

Después de los días de desintoxicación, ¿quieres perder peso de forma efectiva? Estas son algunas pautas a seguir:
- No te saltes las comidas: la pérdida no es más rápida cuando te saltas una comida.
- Tómese el tiempo necesario para comer: la señal de saciedad aparece sólo después de 20 minutos.
- Haz varias comidas al día: si haces deporte durante el día, es preferible hacer 3 comidas y una merienda al día.
- Favorecer las verduras: ricas en vitaminas, agua y fibra, son bajas en calorías y ayudan al organismo a eliminar.
- No olvides los alimentos con almidón: son la fuente de energía de referencia y deben estar presentes en todas las comidas.

Es vital optar por una dieta equilibrada. Se basa en varias comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena, con el fin de aportar todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo.
Proteínas: del 11 al 15% de la ingesta energética diaria. Su función es construir y reparar los músculos.
Hidratos de carbono: 50% del aporte energético diario. Proporcionan la energía necesaria para el organismo.
Lípidos: 25 - 30% de la ingesta energética diaria. Entre otras cosas, tienen una función energética, una energía que puede almacenarse en las células grasas.
Una dieta equilibrada tiene un impacto directo en el entrenamiento y el rendimiento. Ayuda a soportar la carga de trabajo intensiva, al tiempo que limita el riesgo de enfermedades y lesiones. Una dieta equilibrada ofrece muchos beneficios a los deportistas, permite:
- Mejorar la recuperación,
- Mantener un peso estable,
- Reducir el riesgo de lesiones,
- Garantizar una preparación adecuada para la actividad física.

Para garantizar una dieta equilibrada, es necesario proporcionar:
- Alimentos feculentos (pasta, arroz, sémola...) presentes en cada comida para el aporte energético,
- carne, pescado o huevos, una o dos veces al día para obtener proteínas,
- La ingesta de verduras, con cada comida y de fruta, 2 a 3 veces favorece la obtención de vitaminas, fibra y agua
- Productos lácteos, para el aporte de proteínas y calcio,
- Grasas, en cantidades controladas, para aportar ácidos grasos y vitaminas,
- Productos dulces, en cantidades controladas, para ese pequeño capricho que siempre es necesario.
- Agua todo lo que quieras.
Decir que todas estas pautas son recomendaciones y que la mejor opción cuando hablamos de cuidados en la alimentación, es ponerse en manos de profesionales acreditados y que nos asesoren en función de nuestras necesidades.