Nuestro consejo Fouganza: el impacto de la cincha
Cuanto más cómoda sea la cincha para el caballo, mayor será la amplitud de sus movimientos y, por lo tanto, su rendimiento durante la práctica. El paso de cincha es una zona sensible en la que a veces pueden aparecer irritaciones. Antes y después de la práctica, sobre todo al ensillar y desensillar el caballo, es altamente recomendable comprobar que no existen heridas debidas al material.
Nuestro consejo Fouganza: sensibilidad en el paso de cincha
Una lesión en el paso de cincha puede estar relacionada con la sensibilidad de la piel, pero también con un equipo mal cuidado o poco adaptado a la morfología del caballo. Por lo tanto, es importante comprobar que la cincha no presenta pliegues ni capas abrasivas. El mantenimiento regular de la cincha (con jabón de glicerina, grasa, etc.) evita la acumulación de suciedad y rigideces que pueden provocar heridas al caballo.
Nuestro consejo Fouganza: una cincha adecuada
La forma de la cincha influye mucho en la comodidad del caballo. En efecto, una forma inadecuada aumenta la presión sobre el pecho y los codos del caballo. Para reducirla, es aconsejable comprobar el espacio existente entre la cincha y los codos del caballo. De este modo garantizarás la buena movilidad de los miembros anteriores y la reducción de los puntos de presión. Lo recomendable es que quepa la palma de la mano entre la punta del codo y la cincha cuando el caballo está parado.