El triángulo de Pikler
Este concepto fue desarrollado por la pediatra húngara Emmi Pikler, famosa por su papel pionero en el desarrollo de la pedagogía de la motricidad libre en el niño.
El triángulo de Pikler permite que los niños descubran sus propios límites, a su propio ritmo. Si un niño no puede trepar, no lo hará. El papel de los padres es garantizarle un entorno seguro al niño para que este pueda explorar y saciar sus ganas de experimentar.
Beneficios
1. Permite que el niño se ponga de pie a partir de los 4 o 5 meses, fortalezca sus músculos y desarrolle su motricidad libremente, con un material adaptado y sin riesgos, y que trepe por una estructura segura para descubrir las nociones de equilibrio dinámico y estático.
2. Permite que el niño inicie una dinámica de juego ininterrumpido para desarrollar la confianza en sí mismo.
De 1 a 2 años
A medida que los niños se van desarrollando a nivel muscular y psicomotor, empiezan a explorar la estructura, trepando hasta la mitad de ella y volviendo a bajar.
De 3 a 4 años
Los niños "dominan" el triángulo de Pikler hasta el punto de que trepan hasta lo alto para bajar por el otro lado, haciendo muestra de una cierta despreocupación.
Los niños de más de 5 años
Normalmente encuentran usos más creativos del triángulo de Pikler, por lo general construyendo fuertes improvisados, escenificando espectáculos de marionetas y otros juegos abiertos. Desarrollan su control propioceptivo de una manera creativa, que favorece también la imaginación, con juegos de roles y simulaciones.