Norma:
Casco certificado según EN1384:2017 + PAS 015:2011.
Tallas:
XS (48-52 cm), S (52-55 cm), M (55-58 cm), L (58-61 cm).
Ligereza:
505 g Talla M (55-58 cm).
Cómo elegir el casco:
Te aconsejamos medir tu contorno de cabeza y probar diferentes tallas para encontrar la más adecuada para ti.
Es crucial elegir un casco de la talla adecuada y llevarlo bien ajustado. Nunca compres un casco demasiado grande para los niños, pensando que van a crecer.
Ajuste del casco:
Para conseguir una protección óptima, el casco debe estar en contacto estrecho con la cabeza sin llegar a tener puntos de compresión. Cuando el arnés y la rueda están bien ajustados, el casco no debe oscilar hacia adelante, ni hacia atrás, ni hacia los lados, incluso cuando estás en movimiento.
El arnés del casco debe pasar bajo la mandíbula, y no justo por debajo del mentón. Debe estar suficientemente ajustada para impedir que el casco se mueva, pero sin estrangular.
Absorción de los impactos:
Casco concebido para absorber parcialmente la energía del golpe, la copa y/o el relleno se pueden deformar.
Un casco reduce la gravedad de las lesiones en la cabeza.La protección del casco depende de las circunstancias del accidente, el hecho de llevar un casco de protección no evita siempre la muerte o invalidez de larga duración de la persona.
Ventilación:
El casco tiene 51 orificios de ventilación en la estructura y 57 orificios en la copa. Estos orificios favorecen la evacuación del aire caliente hacia la parte superior y la parte posterior del casco.
Cuidado fácil:
Lavar el exterior con agua jabonosa.
El uso de disolventes u otros productos agresivos podría alterar la eficacia del casco.
Espumas interiores desmontables y lavables a mano con agua fría.
Utilizar una bolsa de tela para el guardado y el transporte, para protegerlo de la suciedad, del rayado y de la luz.
Vida útil:
Te aconsejamos cambiar de casco pasados 5 años a partir de la fecha de fabricación (figura en la etiqueta) incluso aunque nunca haya sufrido un impacto y se haya guardado en condiciones óptimas.
Aunque no haya desperfectos visibles, el casco debe sustituirse en caso de haber sufrido un impacto.