¿Por qué cambiar a monoplato?

Bicicleta de montaña: ¿por qué elegir monoplato?

En el ciclismo de montaña, el monoplato ya no está reservado a los profesionales. Aquí tienes 4 buenas razones para elegir una bicicleta de montaña de un solo plato y para saber si este tipo de transmisión te conviene.

El monoplato solo tiene un plato en la parte delantera.
Más eficiente y más fácil: cada vez lo eligen más los ciclistas de montaña.

¿Por qué cambiar a monoplato?

1/ Una bicicleta de montaña de un solo plato: más ligera e igual de eficiente

Una bicicleta de montaña de un solo plato gana en rendimiento. Efectivamente, este es mucho más ligero. Eliminamos:
- Una de las dos manetas de cambio.
- Uno o incluso dos platos, dejando solo uno.
- El desviador delantero.

Gracias al monoplato, tu bicicleta de montaña pierde de media más de medio kilo. Eso hace que te sientas más ligero en los senderos, ¿no?

La transmisión de un solo plato ofrece una gama de desarrollo equivalente a la de un plato doble o triple. Ya que tendremos más piñones en el cassette y más grandes. El plato único es tan eficiente como un plato doble o triple.

En otras palabras, puedes subir incluso las montañas más empinadas o esprintar a gran velocidad en el llano sin miedo.

2/ El monoplato es más preciso y reactivo en la bicicleta de montaña

Con el monoplato y su maneta única, no es necesario combinar la elección de un plato delantero y un piñón trasero. Las marchas se cambian una tras otra sin pensar.

El plato único es especialmente útil: puedes ajustar tu velocidad directa y rápidamente a los peligros del terreno. El ejemplo típico y muy temido: la salida de una curva. Suele sorprendernos y requiere mucha capacidad de reacción. Con una transmisión monoplato, los cambios de marcha están bien ordenados, son sencillos, limpios y precisos.

El funcionamiento sigue siendo el mismo que el de un plato doble o triple, con la diferencia de que ya no hay que preocuparse por el cruce de la cadena.

VTT : pourquoi passer en mono plateau ?

¿Por qué cambiar a monoplato?

3/ Más silencioso y fiable: con el plato único te olvidas.

Saltos de cadena, descarrilamientos... Los ciclistas de montaña los temen. El monoplato es una buena forma de evitar estos problemas en el ciclismo de montaña. En una bicicleta de montaña de un solo plato, la cadena se mantiene mejor. ¿Cómo se puede lograr esto? Gracias a la anchura de los dientes, la guía o el bloqueo de la horquilla, se evitan los saltos de cadena y los descarrilamientos.

Y eso no es todo: el plato único también evita la fricción (por ejemplo, en el desviador). Se acabaron los ruidos molestos, para mayor placer de tus oídos... y tu tranquilidad. La transmisión se olvida y puedes concentrarte en el paisaje o en tu tiempo.

El monoplato también es una buena manera de prolongar la vida de tu transmisión. En cuanto a los "cruces" de cadena (por ejemplo, usar el plato grande con el piñón grande o usar el plato pequeño con el piñón pequeño), son inexistentes. Todo ello contribuye a evitar el desgaste prematuro o la rotura de la cadena.

Por último, un solo desviador también significa mucha menos área de retención de barro en la bicicleta, menos ajustes que hacer o rehacer. El mantenimiento se simplifica.

4/ Nada más fácil que un solo plato en la bicicleta de montaña

Con una sola maneta para manipular, y engranajes bien ordenados, el monoplato permite cambios de marcha intuitivos, fáciles y rápidos.

En todos los terrenos, disfrutará "jugando" con los peligros y gestionando su velocidad con facilidad.

¿Qué te impide dar el paso?

5/ Algunas opiniones sobre las bicicletas de montaña con un solo plato

Para ver las ventajas del monoplato en una bicicleta de montaña, no hay nada como probarlo sobre el terreno. Por eso hemos preparado algunas opiniones de clientes que han probado y adoptado el plato único:

Era escéptico sobre el rendimiento del plato único y en el uso es mucho más práctico [...].

[...] Con el plato único, se tiene la impresión de tener una caja de cambios automática [...].

Muy silencioso [...] Excelente cambio de marchas, incluso en cuestas empinadas o carreteras muy arenosas. Un verdadero placer.